En las últimas semanas hemos observado una volatilidad similar en distintos indicadores económicos para los Países considerados como emergentes. Algunos de esos indicadores incluyen a los índices bursátiles, tipos de cambio y tasas de interés.
Dicho comportamiento se ha atribuido a las noticias provenientes de EEUU; principalmente a la postura de la FED en cuanto a la eliminación paulatina de sus estímulos económicos y el ahora ya desplazado problema en su tope de endeudamiento.
Con una disminución de los estímulos económicos de EEUU se esperaría una salida de capitales de aquellos Países que han sido considerados como refugio (economías emergentes). Esto provocaría una depreciación en sus monedas y cambios en las tasas de interés de sus principales instrumentos financieros así como en las tasa de referencia para algunos créditos. Si bien eso fué lo que observamos semanas atrás cuando se anunció la medida, ahora hemos visto lo contrario, derivado del retraso de la FED para actuar hasta por lo menos finales de año.
Para contrarrestar tales efectos, los países emergentes cuentan con poco tiempo para ajustar sus métodos de defensa, como serían las subidas en sus tasas de interés (que aumenten su atractivo de inversión) y/o aplicar reformas estructurales que incentiven a la IED.
Sin embargo vemos el caso de lo que han venido haciendo países como México, que sin prestar atención a lo anterior han hecho lo contrario. Y es que recientemente éste País disminuyó su tasa de referencia en 25 pts porcentuales, que por el momento solo se explicaría como una medida para reavivar su consumo interno previendo así que las reformas actualmente aprobadas desmotiven su consumo o no sean suficientes para obtener la recaudación planeada.
Hasta no tener claro la fecha en que las medidas adoptadas por la Reserva Federal vallan desapareciendo, el rumbo de éstas economías estará a la deriva de la volatilidad, con periodos cortos de estabilidad cuando por motivos internos así lo amerite.
Dicho comportamiento se ha atribuido a las noticias provenientes de EEUU; principalmente a la postura de la FED en cuanto a la eliminación paulatina de sus estímulos económicos y el ahora ya desplazado problema en su tope de endeudamiento.
Con una disminución de los estímulos económicos de EEUU se esperaría una salida de capitales de aquellos Países que han sido considerados como refugio (economías emergentes). Esto provocaría una depreciación en sus monedas y cambios en las tasas de interés de sus principales instrumentos financieros así como en las tasa de referencia para algunos créditos. Si bien eso fué lo que observamos semanas atrás cuando se anunció la medida, ahora hemos visto lo contrario, derivado del retraso de la FED para actuar hasta por lo menos finales de año.
Para contrarrestar tales efectos, los países emergentes cuentan con poco tiempo para ajustar sus métodos de defensa, como serían las subidas en sus tasas de interés (que aumenten su atractivo de inversión) y/o aplicar reformas estructurales que incentiven a la IED.
Sin embargo vemos el caso de lo que han venido haciendo países como México, que sin prestar atención a lo anterior han hecho lo contrario. Y es que recientemente éste País disminuyó su tasa de referencia en 25 pts porcentuales, que por el momento solo se explicaría como una medida para reavivar su consumo interno previendo así que las reformas actualmente aprobadas desmotiven su consumo o no sean suficientes para obtener la recaudación planeada.
Hasta no tener claro la fecha en que las medidas adoptadas por la Reserva Federal vallan desapareciendo, el rumbo de éstas economías estará a la deriva de la volatilidad, con periodos cortos de estabilidad cuando por motivos internos así lo amerite.
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